Propósitos, tareas y objetivos que no llegan a cumplirse. Tiempo desperdiciado sin motivo. Un camino que se aleja del éxito a cada paso. Me siento limitada como por cuatro paredes creadas con mis propias distracciones. Distracciones innecesarias, pero las cuales, sin saber como, acaban captando mi atención.
Siempre he querido triunfar, demostrar al mundo que mis ideas y mis palabras valían la pena. Pero el esfuerzo es demasiado grande. Me distraigo, me pierdo, limito e, incluso, hundo. ¿Qué puedo hacer entonces?
No se puede vivir eternamente de un talento que no se trabaja... Tras un gran triunfador, siempre hay un gran esfuerzo. ¿O "El Quijote" se escribió de la noche a la mañana? ¿O la tragedia "Bodas de Sangre" se representó sin haber la leído anteriormente? ¿O, simplemente, a caso estas ideas salieron sin pensar?
Para conseguir lo que uno quiere, aveces, se deben dejar los obstáculos atrás. En mi caso las distracciones y la pereza, en el de cualquier otro... quien sabe. Lo único que puedo decir ahora mismo, con total seguridad, es que sin esfuerzo no hay victoria. Y... sí, sé que esta vida no todo es competir y ganar. Pero si nos rendimos, es posible que cualquier otro acabe siendo la persona que deberíamos haber sido nosotros.
A partir de hoy, prometo que el ESFUERZO no va a volver a decaer hasta que cumpla mis propósitos, tareas y objetivos. ¡Ya basta de alejarme del éxito! Ya que el único motivo por el cual sigo como siempre, soy YO, no hay más culpables.