Cuando te fuiste, me dijiste que no podría estar sin ti. Pero
ahora mismo, lo pienso y la verdad, es que me ha ido bastante bien. Solo el
simple hecho de olvidarte y de hacer desaparecer en mi mente todo el daño que me hiciste, ya me alegraba el día.
Aprendí a vivir la vida sin tener que depender de nadie, fui libre
por unos instantes. Solo estábamos mis pensamientos y yo. Porque la verdad es
que... aprendí a vivir sin TI y eso me izo mucho más fuerte. Podían hacerme
cualquier cosa, que esta para mí solo eran un suave cosquilleo en la palma de
la mano. Todo era más sencillo que nunca, sin tu presencia.
Y ahora que has
vuelto. Todo ese mundo que creé en un solo verano, se ha ido. Sin dejar rastro.
Porque tú, has querido entrar en él. Y lo has hecho con tanta fuerza, que sus escudos
se han roto y se ha perdido dentro de mí. Y ahora voy a ser más fuerte que
nunca. Si aprendí a olvidarte y a vivir sin ti una vez. Podré volver a
hacerlo.