lunes, 31 de marzo de 2014

¡Si el plan no funciona... cambia el plan, pero no cambies la meta!


Si algo distingue a las personas de los animales es que nunca nos rendimos. Somos más tozudos que una mula. Las personas siempre nos tropezamos varias veces con la misma piedra, y aun así, seguimos adelante. No la evitamos ni la abandonamos. ¡La superamos! Aunque esto nos suponga perder el  tiempo. Podemos parecer estúpidos, pero siempre tenemos esperanza. 
Esperanza es tener la confianza suficiente como  para cumplir tus sueños y superar tus metas. Esperanza es seguir adelante por muy magullados que estén tus pies. Esperanza es no dejarse hundir nunca por nada ni nadie. Y lo más importante, la esperanza es lo último que se pierde. 
Así que si alguna vez te propusiste hacer algo y no funcionó, no lo evites ni abandones. ¡Supéralo! Cambia el método, haz mil y una virguerías, pero supéralo. ¡Consigue tus metas y nunca, nunca pierdas la esperanza!

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