Hoy hace 25 años que se derribó el muro de Berlín. Así, acabando con las diferencias entre dos grandes potencias del siglo XX (que en 1961 alzaron una gran barrera con tal de no verse). Durante aproximadamente unos 28 años, el pueblo alemán estuvo separado por cientos de toneladas de hormigón armado. Pero nunca se rindió, sus ciudadanos lucharon con gran esfuerzo. Entre 1961 y 1989 más de 5 mil personas trataron de cruzar el muro con tal de rebelarse. Únicamente, querían intentar cambiar la situación de entonces. Es decir, volver a ser un pueblo unido y romper las barreras entre personas (amantes, amigos, familiares...). Esta persistencia dio sus frutos el 9 de noviembre de 1989, cuando los ciudadanos de ambos lados se pusieron de acuerdo para acabar con todo lo que los separaba. Millones de personas subieron ese día al muro y unidos consiguieron abrir unas primeras brechas en este, las cuales seguirían con el hundimiento de ese gigantesca atrocidad.
¿Si la fuerza de un pueblo unido pudo hacer lo imposible hace 25 años... porqué no ahora también? Debemos alzar nuestras cabezas con orgullo y tener la misma fuerza que muchos tuvieron hace 25 años. Es el momento de gritar tan fuerte que tiemblen las calles de todo el mundo. Ahora hay que luchar con toda nuestra alma por lo que creemos (y defendemos). ¡Somos un pueblo unido que no permitirá ser reprimido de nuevo!
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