viernes, 28 de febrero de 2014

Carnaval


Hoy, en carnaval, lo hemos demostrado: somos grandes, pero seguimos queriendo ser pequeños. Adoramos a las princesas, a las hadas, a los dibujos animados y a los súper héroes. Soñamos en volar, en los finales felices y en la magia.  Realmente, seguimos siendo niños pequeños -con sus cuentos, fantasías y demás-.
Todos llevamos una pequeña Blancanieves, Luigi,  Caperucita, Superman, Campanilla, Darth Vader, Mario o Miny Mouse en nuestro interior. Es lo que nos define, lo que nos hizo crecer felices y lo que nos enseñó que la vida puede ser maravillosa a todo color.  
En resumen, carnaval no es una fiesta de locos. Carnaval saca lo mejor de nosotros mismos. ¡Nuestro lado más infantil!


martes, 25 de febrero de 2014

Madurar



Sincera y lamentablemente, nos cuesta madurar. Somos un generación que busca vivir la vida de la manera más libre y alocada posible. Somos únicos, inigualables e inmaduros. Y nos encanta serlo, así somos felices. No queremos envejecer y, mucho menos, morir sin haberlo dado todo. Nos gusta desperdiciar nuestro tiempo haciendo tonterías,  desprendiendo euforia y adrenalina a través de nuestra piel y gritando hasta quedarnos sin voz. 
De momento, no tenemos grandes preocupaciones, ni responsabilidades. No tenemos a nadie que dependa completamente de nuestros actos, ni de sus consecuencias. De momento, somos libres, sin ataduras. Por esta razón, seguiremos sin madurar hasta que estos "baches" nos lo impidan. 

viernes, 14 de febrero de 2014

San Valentín


El 14 de febrero se ha convertido en una fiesta consumista, llena de estereotipos y falsas esperanzas. Esta celebración está destinada a todos aquellos ingenuos enamorados que piensan que el amor y el aprecio por una persona solamente se demuestran un par de días al año. Y, sinceramente, no es así. El amor por alguien se demuestra cada día -a cada hora y a cada segundo- y se duemuestra porque se quiere, no porque un pequeño querubín en pañales te haya lanzado una de sus flechas del amor…

martes, 11 de febrero de 2014

Confié en ti y tu me apuñalaste por la espalda


Te dí varias oportunidades, pero tu las desaprovechaste todas. Pensabas que yo seguía siendo aquella chica ingenua que se enrojecía cada vez que estabas cerca. Te equivocaste. 
Mientras yo maduraba y me daba cuenta de todo lo que sucedía a mi alrededor... Tu seguías comportándote como un niño de cinco años: alardeando de tus triunfos y victorias, hablando más de lo que tocaba y compitiendo con el resto de "personajes de tu especie". Es decir, como la mayoría de hombres de este universo. 
Pero, aunque siguieras siendo un infantil, yo confié en ti. Intenté hacerte ver que en la realidad hay que luchar y, por lo tanto, madurar. No lo entendiste y seguiste a tus anchas. Hasta que, sin darte cuenta, me hiciste daño. Un daño que ya no se podía remediar. El daño de entender que sin mi seguirías igual. Que yo y todo lo que habíamos sido juntos eramos insignificantes para ti. Solo fui un juguete más en tu colección. Ya no habría más oportunidades para ninguno de los dos... Nunca más.

domingo, 9 de febrero de 2014

Todos nacemos locos


Así es, todos nacemos locos. Unos más que otros, pero igualmente locos. Normal. Tras pasar nueve largos meses sin hacer nada, la gente acaba un poco resentida mentalmente... 
Muchas personas disimulan la locura viviendo una vida triste y aburrida, sin alegría. El resto de gente, con el paso de los años, ha desarrollado la cordura, lo opuesto a la locura. Y, por último, hay un pequeño grupo de personas que están locas sin saberlo. Las que no crecen, personas imaginativas y extrovertidas. Son aquellas que disfrutan de cada instante, aquellas que actúan sin pensar, aquellas que luchan, aquellas que imaginan lo inimaginable y aquellas que siempre están y estarán felices. Son personas que, por muy locas que estén, valen la pena.
Porque eso que dicen de que la locura es una enfermedad... es mentira.  La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría que, cansada de descubrir la vergüenzas del mundo real, ha tomado la inteligente decisión de desconectar y volverse loca. Nada más.

sábado, 8 de febrero de 2014

lunes, 3 de febrero de 2014

¿Quien dijo que los deseos no duraban para siempre?



Cientos de personas al largo de la historia han pedido deseos imposibles, han soñado locuras y creído en tonterías. Enamorados, soñadores, realistas, creyentes, luchadores... Han colgado sus candados repletos de deseos en puentes, verjas y farolas. Y, sin mirar atrás, lanzaron la llave que los abría al vacío. Esperando así que sus deseos fueran inmortales. NO PIERDAS NUNCA LA ESPERANZA.

domingo, 2 de febrero de 2014

Olvidé lo más importante... Me olvidé de mi.


Más de una ocasión, perdí la cabeza pensando en los demás. Me preocupé por hacer de cada día una fantasía. Quise que todos fueran felices. Fui perfecta por unos días. Pero, tanta perfección cansa. Te quema por dentro e impide que seas tu. Te limita e, inevitablemente, te cambia. Y eso, la verdad, no es tan agradable como parece. 
Aquellos días, todas las personas de mi alrededor habían conseguido lo que querían y no pensaron si yo también lo había logrado. Y aún no lo se. Conseguí lo que me propuse, hacerles felices. Pero, lamentablemente, yo no lo era. Todo me parecía demasiado aburrido, demasiado... perfecto. Es entonces cuando me di cuenta. Me había perdido a mi misma. Mi "esencia" se había desvanecido. La ironía, la gracia, la locura y la imaginación que me caracterizaban ya no estaban. Me había olvidado de ser feliz. 
¡Y no dejaré que vuelva a ocurrir!