jueves, 28 de agosto de 2014

Con los ojos vendados ante el abismo

¿Puede ser que vivamos engañados por los medios de comunicación? ¿Puede ser que las personas humildes, las que mantenemos el país, estemos viviendo una farsa? ¿Estamos informados de lo que realmente ocurre en este mundo?


Hoy en día, con tal de saber cómo funciona el mundo, dependemos completamente de los distintos medios de comunicación. Pero, si nos detenemos a pensar… Es posible que estos únicamente nos informen de lo que les interesa. Nos tienen controlados, cogidos por el cuello con sus cadenas de palabras que nos distraen de los verdaderos problemas.
En este mundo hay dificultades, muertes y desgracias  cada día. Y no somos conscientes de ello porque no han querido que lo fuéramos. Nos han vendado los ojos con una bonita tela de seda para que no veamos lo oscura que es la realidad.  
Ahora mismo, posiblemente las noticias más importantes se mantengan en secreto. Noticias que alterarían la tranquilidad de los ciudadanos y romperían esos esquemas tan bien planificados que algunos de muy arriba crearon. Como, por ejemplo: El desarrollo del “Ebola” en Europa, Las estafas del Vaticano,  Todos los sobornos que han recibido los presidentes de nuestro país, El verdadero número de vidas perdidas en Egipto, El control de nuestro cerebro mediante vacunas de la gripe… Noticias que son substituidas por cutres culebrones, bodas de famosos, publicidad y documentales de cómo peinar a tu perro.
Los medios de comunicación se han vendido, perdieron su profesionalidad el día en que la riqueza empezó a ser más importante que el poder. En conclusión, este mundo esconde demasiados secretos. Y todo lo que creemos saber, realmente, es poco.

 (Producto de mi imaginación) 


lunes, 25 de agosto de 2014

Seamos realistas y hagamos lo imposible. - Ernesto "Che" Guevara


¡Sin rumbo, pero con un objetivo!


He de admitir que el verano es una epoca del año dedicada a hacer locuras. Es decir, vivir aventuras que no serias capaz de hacer en la rutina del dia a dia. Pero, en realidad, su objetivo es otro muy distintinto.
Siempre por principios de agosto ves a montones de familias llenando los coches de maletas y muchos otros cachibaches para así empezar sus vacaciones. Las autopistas, aeropuertos y estaciones de tren se llenan de gente ansiosa de tomar el sol, ir a la montaña, descubrir mundos exoticos, ir de fiesta o, simplemente, de relajar-se. De esta madera dejando sus casas completamente vacias durante todo el mes. Un mes en el que las calles de las ciudades se llenan de extranjeros haciendo, día y noche, fotos a los edificios que tu has estado viendo con aburrimiento todo el año. Edificios, lugares y calles de los que ya estas saturado y quieres desconectar. ¡Sí, desconectar! ¡Ese es el verdadero objetivo! Todos utilizamos estos días maravillosos de sol para desconectar de todo lo que nos resulta conocido (ese trabajo que ya tienes aborrecido, la ciudad donde has estado toda tu vida, el ambiente en el que te mueves día a día, aquel dichoso jefe que siempre te da trabajo a última hora, esos vecinos que te despiertan con la radio a las siete de la mañana ya que estan sordos, etc).
Porque la vida es muy bonita, pero si te estancas en una misma rutina todos los dias, semanas, meses y años, te acaba aborreciendo. Necesitamos ser libres como loros que vuelan sin rumbo alguno disfrutando del aire y del sol.

sábado, 2 de agosto de 2014

Taraviana

Empezamos el verano de la manera más loca que supimos, sin saber que nos depararía el futuro. Confiamos los unos en los otros y llevamos a cabo nuestra idea. Creamos algo más que una obra de teatro llena de astronautas, princesas, bufones, mimos, "samurais", africanos, payasos, malabaristas, muñecos... ¡Creamos una gran familia! Una familia loca y traviesa pero, al fin y al cabo, una familia que nunca olvidaremos. 
Aquellos caóticos días antes del estreno, ahora parecen mágicos... 
Me gustaría volver a esos momentos en que cada uno de nosotros estaba estudiando su papel,  haciendo los decorados o preparando los disfraces. Para que todo estuviera listo el día de nuestra primera actuación. En el que estábamos todos, es decir, cuarenta y dos personas, detrás de una carpa, con los nervios a flor de piel. Era una escena memorable, se veía el compañerismo en cada rincón. Que si: maquillando a los próximos, vistiendo a los siguientes, repasando el papel por última vez o ,simplemente, dando apoyo y ánimos al que en ese momento salia a escena. 
Y eso no era lo mejor de todo... lo que superaba todas nuestras expectativas era ver las caras de felicidad de los niños cuando tu salias al escenario. Era ver cada sonrisa en toda esa multitud de espectadores.  Era sentirse orgulloso del trabajo hecho y, así, tener ganas de seguir adelante. 
Nos dejamos llevar por una idea poco fiable y ahora nuestras vidas no son, ni serán, nada sin ella. Porque el verano esta para arriesgarse y dejar la vergüenza atrás.