martes, 28 de octubre de 2014

Y de un chasquido, volver a la paz...


Como aquel espectador que se deja hipnotizar por el mago de sombrero de copa que hay encima del escenario iluminado... me quedé en trance. Metida en otro universo. Un mundo paralelo, distinto y tan alejado del otro, como cerca de mi mente. Se oían voces ¡no! solo una, la mía. Esta, entre el alboroto de mi cabeza, dejaba entender ideas que se contradecían entre ellas, extensos conceptos, errores irremediables, definiciones inventadas y alguna que otra palabra sin sentido en un idioma desconocido. Estos pensamientos iban repitiéndose cada vez con un tono más fuerte, hasta mellar en lo más profundo de mi subconsciente.
El ruido era insoportable, ¡peor que la sirena de veinte ambulancias junto a siete lloronas criaturas recién nacidas! No comprendía como era posible tanto caos y desorden en tan poco espacio... ¡Quería huir de aquel lugar! ¡Tanto pensar producía dolores de cabeza! Pero... ¿Como huir de tu propia mente? ¿Del ruido de tus pensamientos? El cerebro nunca deja de funcionar... La única manera de deshacerme de él era volver al punto de partida. Y cuando iba camino de la ignorancia, un chasquido de dedos sonó. Entonces me percate que el alboroto se había convertido en calma mágicamente. Y pude escuchar el silencio, con la mente totalmente en blanco. 
Así, dándome cuenta que hay momentos en que uno necesita descansar y dejar de pensar tanto, si no quiere perderse entre el ruido de su mente desordenada.

miércoles, 15 de octubre de 2014

¿Feliz en días tristes o triste en días felices?


Cada persona tiene su opinión respecto a este tema. Porque, realmente, no es fácil dar una respuesta a esta pregunta. No sabemos bien qué son los días tristes y qué son los días felices. No sabemos qué es lahy felicidad verdadera. Cada uno de nosotros vemos el mundo con distintos ojos, así que es imposible determinar o dar un significado concreto a estos conceptos. Lo que parece gris para unos es de color violeta para los demás y azul para los otros... 
Pero, en realidad, esta pregunta sí que podría tener respuesta. Para ser exactos, tres soluciones. Serían tres tipos de personas distintas, podríamos decir que: 
Hay "Los felices en día tristes" son aquellos que lo ven todo negro, los amargados (esos que se despiertan cada día con el pie izquierdo). Los que creen que, aveces, es posible que entre tanta tristeza surja un rallo de sol que les alegre durante unos instantes. 
En cambio, también, hay "Los tristes en días felices" son aquellos que siempre ven mariposas volando en un cielo rosado, los ingenuos (felices y despreocupados). Los que, de vez en cuando, se dan cuenta de que las mariposas únicamente duran unas pocas horas y de que el cielo no es perfecto ni rosado. 
Y, finalmente, hay "Los indiferentes" son aquellos que dependen del día, es decir (en cierto modo), dependen del azar. Un día pueden ver cerditos voladores en el horizonte que les hagan sentirse únicos y felices. Y, otro, pueden ver como un huracán destroza sus planes haciéndoles sentir como un pañuelo usado e inútil. Son aquellos que, sin darse cuenta, disfrutan de cada instante sin importarles como sea el próximo.
¿Qué tipo de persona eres? Y/O... ¿Qué tipo de persona quieres ser?

domingo, 12 de octubre de 2014

Ineficacia

Hoy en día, ¿qué entendemos por ineficacia? Según la RAE es la incapacidad de lograr lo que se desea o se espera de algo en concreto. Es decir, es el hecho de que algo no funcione correctamente por algún error cometido. Como podría ser una caña de pescar sin anzuelo, una lámpara sin bombilla, un alumno que no atiende a su profesor o, el ejemplo más claro, un gobierno mal gestionado.
Por si no os habíais dado cuenta… Sí, es una indirecta para hacer una crítica de la gestión del gobierno de España. Mejor dicho, de la gestión que está haciendo en estos momentos el PP (Partido Popular). Y con esto no me refiero únicamente al ingenuo de Rajoy, sino a todos los que están implicados en el desastre que es ahora nuestra sociedad.
En este caso, ya no se trata de los recortes, las estafas, el incremento del paro o de la libertad de un pueblo. Se trata de la seguridad de las personas que forman nuestro país. Se trata de que por querer dar una imagen de superioridad delante del resto del mundo, los políticos han puesto en peligro a “su gente”, nosotros. Y lo peor de todo es que tras saber las terribles consecuencias que esto ha conllevado y conllevará… no admiten que se han equivocado. No afrontan sus errores y nos tienen desprevenidos de cualquier problema. Estamos escuchando a personas que hablan sin sentido, que han conseguido su cargo sin malgastar una pizca de esfuerzo y que ahora mismo están gestionando un país que se hunde a causa de su ineficacia como políticos.

¿Nos merecemos que nuestras vidas estén colgando de un hilo por unos errores que se podrían haber evitado, perfectamente, desde un principio? Yo creo que no.

miércoles, 1 de octubre de 2014

¡Fuera vergüenzas!


Sí, sé que es complicado. Y aún más para ti... El típico buen estudiante con pocos, pero buenos, amigos. Que, siempre, acaba escondiéndose detrás de alguno de ellos cuando hay que dar la cara o enfrentarse a una situación en la que no se siente a gusto. ¡Sí, tú! Al que se le sonrojan las mejillas cada vez que intenta hablar en público, y que cuando lo hace solo suelta un pequeño hilo de voz que no asustaría ni a una mosca. ¡Qué digo ni a una mosca... ni a una pulga!
¡Ya basta! ¿Por qué tienes vergüenza? ¿Por lo que piensen los demás? ¡Que te resbale lo que digan los otros! ¡Tú vales! ¡Todos valemos mucho! Las personas no debemos dejarnos cohibir por las opiniones de unos que juzgan sin saber. Todos tenemos puntos buenos, virtudes, y puntos malos, defectos. Y eso es lo que nos hace ser únicos. Debemos aprender a aceptar que nos equivocamos y que no somos perfectos, nadie lo es. Pero, sobre todo, también debemos aprender a aceptar (y a mostrar) que cada uno de nosotros tiene unas habilidades (y capacidades) magníficas que nos hacen destacar y ser "la ostia".  La vergüenza, únicamente, esconde el loco que llevamos dentro...
¡Así que deja la vergüenza atrás, tírala a la basura con toda tu rabia y deja fluir el artista que llevas en tu interior!