Puede que me haya cansado de las rutinas y necesite un cambio drástico en mi vida. Puede que la realidad que vivo a diario se me haya hecho pequeña. Y puede que ya no quiera seguir igual. O tal vez, solo es que mi ansia de conocer mundo ha crecido en los últimos meses. ¿Pero qué hacer ahora?
- Escuchar a mi cabeza, que se podría decir que sigue"estable" y piensa solo por mi bien.
- Dejar volar mi imaginación, que parece que ya ha volado demasiado alto.
- Empezar a tocar de pies en el suelo, cosa que no he gozado hacer nunca.
- U obedecer a mi corazón, que no piensa, ni vuela y tampoco está atado a ningún lado.
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