Normalmente la inspiración llega hacia mi como por arte de magia, no hace falta ni que la llame. Llega volando.
Pero ahora no, hace días que le cuesta llegar hacia mi. Puede que sea por la primavera o tal vez por el estrés, pero no es normal. Las palabras ya no fluyen, a mi mente le cuesta pensar y mis manos ya no teclean tan deprisa como antes. En algún momento se me ha pasado por la cabeza que ya haya agotado mi inspiración, mis temas de los que hablar y que me esté repitiendo.
Pero, que más dará que me repita. A mi lo único que me importa es escribir. Y con inspiración o sin ella... Yo seguiré haciéndolo, aunque me repita más que el ajo. Así que eso no es problema para mi. Por si lo dudabas...
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