viernes, 5 de mayo de 2017

ATRACCIÓN MENTAL


Querer que tus palabras recorran cada uno de los recónditos huecos de mi cuerpo. Querer que tus ideas penetren en mi mente de forma intensa. Lentamente, hacer el amor al cantar de tus versos y que el orgasmo sea la metáfora que se esconde entre tus besos.
Que tu mirada atraviese mis sentidos y rompa todo libido. ¡Qué derive en gemido! ¡Qué se escondan los suspiros para dejar paso a nombres, adverbios y adjetivos! Abejas recorren mi piel al oír tus latidos que se aceleran zumbido, tras zumbido. Dejando paso a otra percepción de todo lo vivido… 

Sentirme atraída por tu mente y no por tu cuerpo. ¡Dejar atrás todo lo carnal y entrar en lo abstracto! Tener la necesidad de gritar a los cuatro vientos que no hay sonrisas que curen los males de amor. Solo la lucidez que esconden tus sonetos puede hacerlo.

Hacer de mi locura algo más que un desorden en exceso… Desorden de ideas, desorden de pensamientos, desorden de identidad que me cautiva y del cual no me arrepiento. ¡Arrepentirse es de cobardes que no se atrevieron a sumergirse en un nuevo universo! Sin rumbo, sin marcha, ni trayectoria... Tan solo dos mentes y una única lógica.

martes, 2 de mayo de 2017

Como el resurgir de un muerto



Como el resurgir de un muerto, consigo encontrar la luz después de ser enterrado. Pierdo las uñas intentado salir de ese triste pozo en el que me habían abandonado. Escarbo en la tierra, pierdo el aliento y la ansiedad aumenta. Tras tantos años, por fin se abre esa brecha que lucía tan siniestra desde mi condena.

La madera se corta, se rompe y se divide en mil trozos que dan paso a mi huida. Una huida que nunca termina. Al resurgir de las tinieblas, la muerte no queda satisfecha. Ya que al recuperar la vida, esta siempre acecha. Por tanto, mis dudas se reducen en: ¿Revivir temiendo a la muerte o morir sin haber vivido apenas?

Una vez terminadas las metáforas, aludir que este blog sería el muerto, mis ideas la brecha entreabierta y la muerte el tiempo. Así pretendo emprender de nuevo este magnífico camino de relatos, párrafos y versos.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Desaprovechados


Los hombres pierden la salud para juntar dinero. Y luego, acaban perdiendo el  dinero para recuperar la salud. Y, por pensar desesperadamente en el futuro, olvidan el presente. De tal forma que acaban sin vivir en ninguno de ambos tiempos. Presente y futuro se disipan sin mirar atrás. Todos viven como si nunca fueran a morir y mueren como si nunca hubiesen vivido...

miércoles, 2 de septiembre de 2015

¡No, no estoy muerta!


No, no estoy muerta. Tampoco me han secuestrado durante todo este tiempo. Y, no penséis mal, tampoco me he pasado durmiendo todas las vacaciones. De hecho, no he tenido tiempo ni de dormir. ¡No podía dormir! ¡He estado más que viva! 
Seguramente, todos en estas vacaciones habéis viajado o hecho locuras que únicamente se hacen en verano. Habéis vivido experiencias que son demasiado difíciles de explicar. Y... ¿A que me refiero con esto? Es muy simple, seguro que os va a sonar la situación. 
Me refiero al típico momento “post-verano” en que te reencuentras con toda esa gente que has ignorado, descaradamente, en las vacaciones. No les engañéis, es cierto, ¡los habéis ignorado! Quitar el doble "clik" azul o borrar la última hora de conexión del Whatsapp no es un error del sistema operativo de tu móvil. Simplemente es que necesitabais tranquilidad. Desconectar.
Continúo… entonces, estos "ignorados" -por llamarlos de algún modo- te preguntan: ¿Qué has hecho estas vacaciones? Tú paras a pensar un segundo, dos, tres, cuatro... Y te das cuenta que ¡no puedes contarlo! ¡Tu verano ha sido demasiado alucinante como para contarlo con tres simples palabras! ¡Se tiene vivir, sino no lo puedes entender! Piensas, mientras el "ignorado" sigue esperando tu respuesta. Entonces, únicamente, te limitas a decir alguna tontería. Pero, realmente, desearías pasarte el día contándole cómo te perdiste una tarde entera buscado el loro multicolor de tu prima por el bosque. O cómo te despertaste un día en la playa sin saber el porqué. O, simplemente, la ilusión que te hizo encontrarte a cincuenta personas el día de tu cumpleaños gritando SORPRESA. También deseas lucirte y decirle que cuando fuiste a Marruecos más de uno te quiso comprar con camellos, bueno, dromedarios. O que quedaste tercera en la carrera de tu pueblo y sin dormir nada. ¡Deseas que lo sepa todo y más! Pero no sabes cómo contarle por qué te dedicaste a buscar un loro multicolor por el bosque. O por qué estabas a las siete de la mañana bailando en la playa. O por qué tus amigos gritaban sorpresa en vez de felicidades. No sabes explicar el hecho de que te quisieran comprar por dromedarios. Ni cómo pudiste aguantar una carrera de 5 quilómetros sin dormir…
Es lo que tienen las vacaciones, que no las puedes explicar… Por esta razón odiamos tanto la rutina. Porque cuando vuelves a ella, no sabes contarles a los demás lo que, realmente, echas de menos. 

jueves, 18 de junio de 2015

DISTRACCIONES

Propósitos, tareas y objetivos que no llegan a cumplirse. Tiempo desperdiciado sin motivo. Un camino que se aleja del éxito a cada paso. Me siento limitada como por cuatro paredes creadas con mis propias distracciones. Distracciones innecesarias, pero las cuales, sin saber como, acaban captando mi atención.

Siempre he querido triunfar, demostrar al mundo que mis ideas y mis palabras valían la pena. Pero el esfuerzo es demasiado grande. Me distraigo, me pierdo, limito e, incluso, hundo. ¿Qué puedo hacer entonces? 

No se puede vivir eternamente de un talento que no se trabaja... Tras un gran triunfador, siempre hay un gran esfuerzo. ¿O "El Quijote" se escribió de la noche a la mañana? ¿O la tragedia "Bodas de Sangre" se representó sin haber la leído anteriormente? ¿O, simplemente, a caso estas ideas salieron sin pensar?

Para conseguir lo que uno quiere, aveces, se deben dejar los obstáculos atrás. En mi caso las distracciones y la pereza, en el de cualquier otro... quien sabe. Lo único que puedo decir ahora mismo, con total seguridad, es que sin esfuerzo no hay victoria. Y... sí, sé que esta vida no todo es competir y ganar. Pero si nos rendimos, es posible que cualquier otro acabe siendo la persona que deberíamos haber sido nosotros. 

A partir de hoy, prometo que el ESFUERZO no va a volver a decaer hasta que cumpla mis propósitos, tareas y objetivos. ¡Ya basta de alejarme del éxito! Ya que el único motivo por el cual sigo como siempre, soy YO, no hay más culpables. 


VIVIR CON MIEDO ES MORIR EN VIDA

jueves, 11 de junio de 2015

¡Las mujeres somos fuertes, más de lo que muchos creen!

Porque no hay nada más bonito en este mundo que ser independiente: ¡Las mujeres sabemos cuidarnos solas! ¡Podemos ser fuertes y aparentar ser princesas a la vez! Pero, aún así: ¡No dependemos ni de caballeros, ni de dragones, ni de reyes! ¡Somos libres y autosuficientes! 
¡Basta de menos precios, de discriminaciones y de falsos estereotipos!

EN BUSCA DE UN CAMBIO


Entre tanto soñador y gente ilustre, allí estábamos nosotros. Con los pies en la tierra, la mente en el cielo y los sentimientos enredados. Buscando oportunidades desesperados, y todo y el resultado nulo, la esperanza no nos sobraba. Demasiadas ilusiones pasaban volando por nuestra cabeza alborotada, ninguna lograba aterrizar. Debido, obviamente, a la situación actual.
Una situación deplorable: acciones que caían al suelo, desapareciendo. Familias luchando por el pan de cada día, con todas sus fuerzas. Gente en el paro, buscando hasta el más mísero de los trabajos. Políticos sin escrúpulos, observadores del espectáculo.  Precios que subían y nóminas inversamente proporcionales. Cada día era y es una lucha constante. 
La sociedad se rige por los adinerados ignorantes, y los ilustres soñadores -a los que el dinero les manca- están sin oportunidades y, únicamente, con ESPERANZA.

miércoles, 3 de junio de 2015

Ella.

¿Ves aquella bella mujer?- dijo una muchacha a su amigo, mientras la observaban andar calle abajo con elegancia. Bueno... todo lo elegante que puede andar un mujer de, aproximadamente, unos ochenta años. Aparentemente, muy bien llevados, o maquillados.
¡Yo quiero envejecer así!- admiró la muchacha, a la vez que la cara de su amigo cambiaba, drásticamente, de parecer.  Los ojos se le salieron de las órbitas y su mandíbula casi tocó el suelo. Tras el impacto, el amigo se atrevió a decir: ¿Qué me estás contando? Esa, a la que tú llamas mujer, es una anciana. ¡No digas tonterías!
¡Pues esa mujer, a la que tú llamas anciana, me ha llamado la atención! Puede que sea por su forma de caminar, sin preocupaciones, o porque todavía con ochenta años se mantiene en pie...- dijo la muchacha enfurruñada a su amigo. Aquella mujer transmitía o, más bien, desprendía tranquilidad y sensatez. Los años habían pasado factura a su bello rostro, a sus manos ahora temblorosas, a su piel ya arrugada, a su cabello más débil y grisáceo por momentos, e, incluso, a sus cinco sentidos. Pero, sus ideas parecían seguir en buen estado, o eso creyó la muchacha.
¡Pero qué dices! Es una simple anciana de ochenta años, como tu abuela o la mía. Seguro que cocina grandes e interminables cocidos a sus nietos. Seguro hace sufrir a sus hijos repitiendo, día y noche, las mismas historias, de su juventud, que les contaba hace diez años. Y, ya para terminar, el colmo de los ancianos: seguro que padece una pequeña cleptomanía. Sí, esa extraña adicción que tienen los abuelos de coleccionar  bolsitas de azúcar de los bares, pañuelos sin usar o, simplemente, cualquier cosa pequeña que pongas a su alcance. ¡No fantasees con una anciana que ni conoces!- Replicó el amigo creyéndose superior ante la muchacha. Un hecho deplorable. Aunque, razón no le faltaba…
Realmente, aquella bella mujer, era una anciana. Sí, seguramente, hubiera sobrealimentado a sus nietos con cocido y hubiera aburrido a sus hijos con largas historias, si los hubiera tenido. Sí, padecía de una pequeña cleptomanía, pero no coleccionaba bolsitas de azúcar, ni pañuelos. Aquella hermosa dama, únicamente, coleccionaba, junto a la soledad, RABIA.
Sí, rabia acumulada tras años, rabia que ocultaba con buena cara, rabia que robaba de los malos momentos, rabia que ya quemaba.